Retomando
la actividad justo antes del inicio del curso, os traigo hoy aquí una preciosa
estación ferroviaria de principios del siglo XX: la Estación Internacional de
Canfranc, en los Pirineos aragoneses. Hoy en día prácticamente abandonada y, en
su mayor parte, derruida, esta estación era la llamada a convertirse en paso principal
a Francia por ferrocarril. Construida, más concretamente, entre 1923 y 1928, se
inauguró oficialmente el 18 de julio de 1928.
Esta
estación, rodeada de montañas, fue el resultado de un convenio entre Francia y
España para crear un paso entre los dos países por Somport, y ha sido testigo
de toda la historia que ha acontecido en España y en Europa desde su mismo
inicio, en la inauguración con el rey de España Alfonso XIII y el presidente de
Francia Gaston Doumergue, hasta su abandono por parte de Francia en 1970, tras
el hundimiento de un puente en la parte francesa, debido al descarrilamiento de
un tren, pasando por el tráfico de trenes de mercancías entre nazis y
franquistas, con wolframio y oro.
He
elegido esta estación para este post porque, personalmente (y creo que se me nota),
me encanta el estilo en el que se construyó y, pese a que actualmente está
destrozada, sobre todo su interior y el resto de edificios que conformaban el
complejo, espero que, entre el Gobierno de Aragón, el de la Región de Aquitania
y el Español, consigan rehabilitarla y devolverle el esplendor que tenía, y que
merece.
El edificio de pasajeros , el mejor conservado y el más bonito, desde las vías
(Google images)
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